Memo
Fecha: 16 de marzo de 2020
A: Sacerdotes, diáconos, hermanas, personal de cancillería, agencias asociadas y comunicadores parroquiales
De: Reverendísimo Joel M. Konzen, SM, Administrador Diocesano
RE: Coronavirus actualización 16 de marzo
Queridos amigos,
A medida que caminamos a través de esta Cuaresma, tenemos la oportunidad de abrazar el sacrificio y el ministerio de una manera completamente nueva. Cada día trae nueva información sobre la propagación de COVID-19 de profesionales médicos, así como nuevas directivas de funcionarios de salud pública y autoridades civiles.
El Obispo Ned Shlesinger y yo buscamos servir a las necesidades espirituales de nuestra gente mientras tomamos decisiones sobre la mejor manera de proteger la salud de nuestras comunidades. Queremos que sepan que, en concierto con el Colegio de Consultores de la Arquidiócesis de Atlanta, hemos luchado con cada una de estas decisiones. El bienestar y la seguridad de todos los fieles son preeminentes en nuestras preocupaciones.
A partir del martes 17 de marzo, suspenderemos todas las misas públicas durante las próximas tres semanas, incluidos los fines de semana del 21 al 22 de marzo, del 28 al 29 de marzo y del 4 al 5 de abril. A medida que el gobierno salga nueva información y directivas, continuaremos evaluando y revisando nuestras disposiciones. Por favor, hágale saber a su gente, el Sacrificio de la Misa continuará. Nuestros sacerdotes seguirán ofreciendo misas privadas para aquellos a su cuidado.
La Arquidiócesis de Atlanta va a intensificar sus esfuerzos para hacer que los recursos espirituales estén disponibles para ustedes durante este tiempo. Puede consultar nuestro sitio web para obtener actualizaciones sobre las directivas actuales, así como una lista de misas ofrecidas en línea a través de transmisión en vivo, transmisión o redes sociales. Estas misas son privadas y los fieles solo deben participar en línea. Los fieles también pueden encontrar en línea una colección de oración y recursos espirituales, así como ideas para la catequesis en el hogar. El obispo Shlesinger y yo nos asociaremos con otros clérigos en la cancillería para ofrecer una misa en vivo desde la capilla en la oficina de la cancillería, así como mensajes de video periódicos a los fieles. Busque que esos mensajes comiencen el martes 17 de marzo.
Las iglesias permanecerán abiertas para la oración y la adoración. Le pedimos que practique el distanciamiento social al utilizar estos espacios. No venga si está enfermo o si viene lo pondrá en gran riesgo de enfermarse. Las iglesias pueden optar por trasladar la adoración de una pequeña capilla al santuario principal donde la gente puede extenderse.
Los sacerdotes aún podrán escuchar confesiones individuales con cita previa, pero los servicios de penitencia se cancelan. Las bodas y los funerales se limitarán a la familia inmediata solo sin recepciones en la parroquia permitidas en este momento. Todas las demás reuniones en las instalaciones parroquiales deben ser canceladas o pospuestas.
Las confirmaciones se posponen hasta nuevo aviso.
Las oportunidades de formación de fe en la parroquia en persona deben ser suspendidas durante este tiempo. Sin embargo, esto no significa que la formación de fe deba cesar. El sitio web de la arquidiócesis tiene recursos para las personas y los padres que desean mantenerse comprometidos de esta manera. El personal parroquial y los voluntarios pueden ministrar a sus comunidades llamando a las personas en el hogar, revisando a los ancianos o marginados de otra manera, y buscando oportunidades para usar la tecnología para conectar a las personas y las comunidades.
Todavía podemos unirnos en oración. Todavía podemos cuidar de nuestros vecinos. Todavía somos el Cuerpo de Cristo. Tenemos el reto de encontrar formas no tradicionales de conectarnos unos con otros. Es un sacrificio, sin duda, para todos nosotros alterar nuestra participación en la Eucaristía, un sacrificio tan desagradable como nuevo. Aún así, entendemos que es, por el momento, una cruz que llevamos en un espíritu de abnegación, un vaciado de nosotros mismos a imitación de la privación de Nuestro Señor cuando Él se enfrentó a Su Pasión. Sabemos que podemos esperar en la Resurrección. Traigamos esa esperanza a nuestro prójimo y a nuestras comunidades a través de nuestro sacrificio, nuestro servicio y nuestra oración.
En Jesús y María,
Reverendísimo Joel M. Konzen, S.M.
Administrador Diocesano, Archidicoese de Atlanta
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Orar un acto de comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén
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